Desde que la crisis por el coronavirus Covid-19 se ha agudizado, y tras la declaración del Estado de Alarma, muchas empresas se han visto obligadas a cerrar sus negocios. Algunas han podido seguir prestando servicio a través del teletrabajo, sin embargo otras no tienen esa opción.
Estos días, grandes cadenas han ido anunciando que van a realizar ERTE sobre sus empleados (Burger King, Seat, Pikolín…). Pero, ¿qué es un ERTE? ¿cuáles son las diferencias entre un ERE y un ERTE? Y, ¿cómo me afecta esta situación como trabajador?
Si al finalizar el artículo tienes dudas, o si crees que tu despido a través de un ERE o que el ERTE de tu empresa no se ajusta a la legalidad, puedes ponerte en contacto con nuestra asesoría laboral en Zaragoza y te ayudaremos.
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¿Qué es un ERE y qué es un ERTE?
Una de las principales diferencias entre un ERE y un ERTE se basa en su duración. Mientras que el ERE (Expediente de Regulación de Empleo), tiene duración definitiva, el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es temporal y puede aplicarse también como reducción de jornada temporal.
Ambas medidas se incluyen en el Estatuto de los Trabajadores (artículos 47 y 51) para dar solución a cuestiones económicas, técnicas, organizativas o de producción de las empresas.
¿Cuándo se aplica cada uno de ellos?
Los ERES se aplican cuando la empresa cierra o cuando se desprende una situación económica negativa. Para poder aplicar un Expediente de Regulación de Empleo la empresa tiene que tener una disminución persistente de sus ingresos durante tres trimestres consecutivos respecto a los mismos trimestres del año anterior.
El ERTE se aplica atendiendo a las mismas causas. En este caso, las empresas que lo llevan a cabo recurren a estas técnicas cuando se producen, como en este caso, cambios en los instumentos de producción en los métodos y sistemas de trabajo del personal o por el cambio en la demanda de productos o servicios.
¿Cuánto dura un ERTE?
Ni en el Estatuto de los Trabajadores ni en otras leyes se hace referencia al tiempo que puede durar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Previsiblemente todos los ERTES que se han anunciado estos días se resolverán cuando la situación causada por el coronavirus Covid-19 vuelva a la normalidad y las empresas puedan recuperar la producción y las ventas.
Cuando así sea, las empresas que llevan a cabo el ERTE están obligadas a reincorporar a todos sus trabajadores en las mismas condiciones en las que estaban antes de aprobar el expediente.
En cambio, como hemos dicho antes, en el ERE, la duración es definitiva puesto que se pone fin al contrato de trabajo.
¿Cómo afecta a los trabajadores un ERE y un ERTE?
Mientras dure la situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo, el empresario está obligado a mantener dados de alta a sus trabajadores y pagar el 100% de la seguridad social, no así su sueldo. Mientras dura la situación, los trabajadores pueden quedarse en situación de «desempleo» o pedir el subsidio que les corresponda. Los trabajadores también pueden pedir la prestación por desempleo al 50% si su jornada laboral se ha visto reducida al 50%.
Con el ERE, los trabajadores pueden negociar las condiciones del despido. Los empleados tendrán derecho a recibir una indemnización de, al menos, 20 días por año trabajado. Durante las negociaciones, los días por año pueden aumentarse, pero nunca serán menores a 20. Cuando se firme el despido, los trabajadores podrán optar al subsidio por desempleo que les corresponda dependiendo del tiempo trabajado.
¿A cuántos trabajadores afecta un ERTE y un ERE?
Otra de las diferencias entre un ERE y un ERTE es que, el ERTE, por lo general, conlleva el cierre de la empresa o de secciones concretas, por lo que puede afectar a un número indeterminado de personas.
El despido colectivo, o ERE, se aplica cuando se despide, al menos, a las siguientes personas:
a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores.
b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores.
c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen más de trescientos trabajadores.
Si estos despidos no se llevan a cabo a través de un Expediente de Regulación de Empleo se incurre en fraude de Ley y la empresa puede estar obligada a readmitir a todos los trabajadores despedidos.